Primera licitación alemana para energía eólica on-shore, un éxito
A partir de los acuerdos generados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en el que países de todo el globo se comprometían a trabajar en pro de la seguridad humana y reducir su impacto medio ambiental, en orden de mantener el aumento de la temperatura terrestre muy por debajo de los dos grados centígrados, países como Alemania han consolidado importantes logros en materia de energía renovable, en particular la de energía eólica.
Ciudadanos invierten en energía eólica
En abril de este año, el país germano realizó uno de sus primeros ejercicios al adjudicar proyectos de gran calado en instalaciones eólicas costa afuera, con un costo de kilo watt hora (kWh) muy por debajo del promedio internacional.
Sin embargo, en mayo pasado, ha vuelto a sentar precedente con una licitación para granjas eólicas en campos terrestres que permite la inclusión de proyectos ciudadanos en un esquema de bajo costo, pero con una tarifa de pago muy alta: ¿por qué? Porque son los ciudadanos, y no las grandes corporaciones, los principales dueños e inversores de estos proyectos.
En esta licitación, se adjudicaron proyectos para 70 granjas eólicas equivalentes a 807 megawatts (MW), con un precio por kWh de entre .06 y cinco centavos, 93 por ciento de los cuales eran proyectos ciudadanos.
El esquema de tarifas adoptado para esta licitación se le conoce como feed in tariff, o tarifa de alimentación, y es un instrumento normativo aplicable casi siempre al impulso de las energías renovables, que contempla un diferencial entre el costo por unidad de energía generada, y por unidad inyectada a la red. Este diferencial es deducible al generador.
En nuestro país se conoce esto como Generación Distribuida, y está dado a partir de la entrada de un mercado eléctrico por volumen, o mayorista.
Las palabras de Jochen Homan, presidente de la Red Federal Alemana, al respecto de la licitación, fueron las siguientes: “Tuvimos un promedio por kWh de entre .06 y 5 centavos, una tarifa imposible de rechazar, esto permitió la inclusión de proyectos de granjas solares cuyos dueños son ciudadanos. Nuestro país ha estado trabajando en esto durante mucho tiempo, en un esquema para empoderar a los ciudadanos y animarlos que inviertan en energía eólica, solar y biogás”.
Este deducible pagable al generador, generalmente al final de año, hace que los inversores alemanes tengan un retorno de inversión muy rápido, razón por la cual, se interesan por pagar más por la energía.
Para expertos como Matthew DaPrato, director de estrategias de mercado de GTM Research’s, el esquema adoptado por la licitación alemana marca un precedente, en el sentido de que ahora se busca pagar más por la energía renovable: “las tarifas de alimentación expresan un deseo de pagar más por la energía renovable; además, estamos llegando a un punto en que la tecnología es competitiva, y eso marca una piedra angular para los mercados alemán y español”.
España, la influencia
Y es que el programa de transición energética español ha sido una gran influencia para los programas alemanes.
El mes pasado, España adjudicó proyectos eólicos de casi 3 giga watts en un proceso licitatorio muy parecido, que contempló precios por kWh de .048 centavos. Fue la mayor adjudicación para proyectos eólicos desde que se implementaron las “tarifas de alimentación” hace cuatro años.
Para DaPrato, son precisamente estos esquemas competitivos los que han revigorizado el mercado de energías renovables, y están permitiendo retornos más rápidos a los inversores.
Con España y Alemania a la cabeza, otros países están implementando esquemas parecidos, entre ellos, el nuestro.
México y su Generación Distribuida
En materia de energías renovables nuestro país tiene un potencial eólico y solar incomparable. En orden de aprovecharlo, la Comisión Reguladora de Energía ha estado trabajando en un esquema de tarifas parecido al que han adoptado los españoles y los alemanes, esto, a la luz de la entrada del Mercado Eléctrico Mayorista.
Este esquema contempla la posibilidad de que pequeños generadores alienten la red eléctrica a través de los techos solares de sus casas, o sus terrenos privados; muy a la manera de las granjas eólicas ciudadanas de Alemania.
Además de alimentar la red eléctrica, aquellos que cuenten con una pequeña planta de generación, podrán autoabastecerse de energía eléctrica y obtener un diferencial entre lo que gastan y lo que venden a la red.
Además, están facultados para comercializar los llamados Certificados de Energía Limpia, instrumentos que sirven como medición en los porcentajes de generación limpia en el país.
Esta generación distribuida busca consolidar un nuevo esquema eléctrico; para Héctor Olea, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Solar Fotovoltaica, este esquema permitiría superar la marca del 30% de generación limpia para 2021, que México asumió en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.