La firma alemana de autos de lujo, Audi, ha revelado que disminuirá su presupuesto de investigación y desarrollo para autos impulsados por diésel, para aumentar la de los autos eléctricos.
Y es que el desarrollo de estos dispositivos no es sólo uno de los segmentos más rentables de la industria hoy por hoy, sino que representa una de las mejores estrategias para las firmas de este país de alejarse, y reconfigurarse, después del escándalo conocido como ‘dieselgate’.
Fue hace ya dos años cuando se dio a conocer que Volkswagen había instalado de manera ilegal un software capaz de intervenir las lecturas técnicas de emisiones que se le hacían a sus vehículos. Alrededor de 11 millones de automóviles con motor diésel falsearon las evaluaciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), y pudieron ser vendidos con éxito durante 2009 y 2015.
Después del escándalo, la firma alemana pactó con las autoridades de Estados Unidos el pago de una multa de USD$17,000 millones para compensar a los afectados; hoy, la firma Audi, que es propiedad de Volkswagen, anuncia un recorte de USD$12,000 millones a su presupuesto de investigación y desarrollo de vehículos con motor diésel, para reinyectar el capital en el desarrollo de autos impulsados por electricidad, hacia 2022.
Los expertos opinan que la estrategia de Audi marca un nuevo rumbo operativo, y un cambio en su liderazgo; de hecho, fuentes cercanas al núcleo directivo de la firma han dejado saber medios que cuatro de los siete más grandes ejecutivos de Audi han sido seleccionados para una baja; aunque la decisión formal tiene que ser tomada y anunciada.
La nueva estrategia de Audi, considera en este sentido incentivar el desarrollo de autos eléctricos, y con ello, captar un mayor porcentaje de ganancias: la firma pretende alrededor de un 8% en sus nuevas operaciones de autos eléctricos.
De hecho, la compañía ha invertido grandes cantidades en su planta de Bruselas para adaptarla y prepararla para el desarrollo y posterior lanzamiento de sus nuevos modelos eléctricos; como ya lo hemos informado aquí, Audi tiene planes muy concretos en lo que resta de la presente década.
Para empezar, el e-tron quattro deberá iniciar operaciones de ensamblaje alrededor del 2018; mientras que para 2019, lo hará su homólogo e-tron Sportback, una edición más pequeña y más deportiva del SUV, y con cuya publicidad Audi satirizó la campaña de Tesla.
También está el recién anunciado vehículo de Porsche, firma también propiedad de Volkswagen al igual que Audi, cuyo Mission E está calendarizado para 2019, y que será ensamblado, al igual que los antes mencionados, en la planta de Bruselas.
Con esta estrategia la compañía recompone su sendero, y se alinea con el segmento más prometedor y rentable del mercado.
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