La industria de paneles solares china podría despegar enormemente con el aumento del 25% en su producción durante 2017, en comparación con el año pasado, debido a la alta demanda de Estados Unidos y los mercados emergentes, anunció Wang Bohua, secretario general de la Asociación de la Industria Fotovoltaica de China.
El país asiático prevé superar la capacidad de 48 gigavatios (GW) de los paneles solares fabricados en 2016, por la producción de una nueva generación de paneles de 60 GW, declaró Bohua.
Hasta junio de 2016, China tenía instalada una capacidad solar de 101.82 GW, manifestó el secretario, por lo que el compromiso está cerca de cumplir los 110 GW, objetivo que Beijing tenía previsto alcanzar en 2020. Para lograrlo, Bohua pidió a Pekín establecer medidas que promuevan el desarrollo y el financiamiento de las empresas del sector.
Pese a que Estados Unidos, China e India han competido por el liderazgo del mercado solar, con la disminución considerable en costos de producción, estos países han potencializado su industria, ya que el mercado favorece a los fabricantes.
Sin embargo, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y su declaración sobre la retirada de Estados Unidos del acuerdo climático de París, China podría posicionarse en el primer lugar de productores de la industria solar.
No obstante, el país norteamericano buscará potenciar el mercado y consumo nacional, por lo que aunque se encuentre fuera de la competencia, declaró a la Organización Mundial de Comercio que es posible que se implementen tarifas de emergencia a la importación de celdas solares, medida que adoptarán para proteger la industria nacional.
Con el objetivo extender sus dominios a nivel internacional, China ha sabido explotar el desatino de Estados Unidos con el lanzamiento de una costosa campaña nacional y en el extranjero para consolidar su liderazgo en la energía solar, eólica, y empresas de ahorro de electricidad.
Por otra parte, el mercado solar nacional de China ha padecido numerosos obstáculos por el exceso de desperdicios y conexiones de red que carecen de los elementos necesarios para aprovechar las celdas a su totalidad; al respecto, Bohua destacó que “el desperdicio de la energía solar en el noreste de China es significativa y puede extenderse a una región mayor como lo es la región central y noroeste del país”.
«A largo plazo, hay un gran potencial para que la industria solar de China se desarrolle, ya que el Acuerdo de París ha establecido una base sólida para la energía solar», dijo Bohua y añadió que con ayuda de la Administración Nacional de Energía, China prevé triplicar la capacidad de generación de energía solar instalada actualmente hasta llegar a los 150 GW en un plazo de cinco años.
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