El martes 22 de mayo, en el marco de un evento exclusivo al que asistieron figuras como Angela Merkel y el ministro-presidente de Sajonia, Stanislaw Tillich, Daimler dio a conocer el resultado de una inversión de 562 millones de dólares que buscará acelerar el plan de electrificación de los vehículos de la compañía: una enorme fábrica productora de unidades de almacenamiento de energía de iones de litio que estará operativa a partir del próximo año. “Necesitamos horizontes a largo plazo y empresas que inviertan en el futuro”, manifestó a los presentes la canciller alemana.
Ubicada en Kamenz, Stuttgart, a 130 kilómetros al sur de Berlín, la fábrica competirá con la planta de producción de baterías de Tesla -ubicada en Reno, Nevada- y será soporte para la sub-marca de Mercedes Benz, conocida como “EQ e-mobility”. Se trata de una oferta de productos y servicios diseñados para la movilidad eléctrica que incluye autos totalmente eléctricos, como el modelo B 250 e, y vehículos híbridos enchufables, como el Mercedes C 350 e Berlina.
La planta de Kamenz abarca una superficie de 20 hectáreas y es adyacente a la fábrica ya existente de la compañía alemana, logrando de esta manera cuadruplicar la zona de producción de baterías hasta los 80000 metros cuadrados. Se cree que empleará a unos 1000 trabajadores cuando comience a operar, a mediados de 2018. Una particularidad de esta planta es que ha sido diseñada para ser neutra en dióxido de carbono y con balance energético cero, mediante la ayuda de suministros de energía solar. “Las instalaciones de producción se suministrarán con energía de una central combinada de calor y electricidad, y una planta fotovoltaica junto con unidades estacionarias de almacenamiento de baterías”, detallan en el sitio web de la fabricante de autos.
Daimler también anunció la aceleración de los proyectos de electrificación de su flota, detallando que invertirán unos 11000 millones de dólares para la creación de 10 modelos totalmente eléctricos para 2022. “Para 2022 tendremos más de 10 automóviles de pasajeros puramente eléctricos y continuaremos impulsando la hibridación de nuestra flota”, afirma Dieter Zetsche, CEO de la empresa. Aunque, si bien el principal uso de las baterías producidas será destinado a los automóviles eléctricos -esto incluirá vehículos comerciales como las furgonetas Mercedes Benz Vito y Sprinter- la compañía también brindará sistemas de almacenamiento de energía estacionario para instalaciones solares, junto con la oferta de baterías de almacenamiento energético para el hogar en Estados Unidos, mediante una asociación con Vivint Solar -empresa norteamericana de servicios solares fundada en 2011-.
Con dos potencias industriales como Daimler y Tesla moviéndose en la misma dirección, se espera que los costos de las baterías desciendan notablemente en los próximos años, según Bloomberg. El resultado puede hacer que los coches eléctricos sean competitivos con aquellos a base de gasolina o diésel, impactando también de manera positiva en el sector de las energías renovables, cuyo principal inconveniente lo representan las unidades de almacenamiento energético. “Las baterías son claramente un factor clave para la penetración de las energías renovables”, afirma Riccardo Amoroso, director de innovación en Enel, compañía multinacional de energía.
Según las proyecciones de Daimler, la proporción de autos eléctricos en las ventas totales de Mercedes Benz estará entre 15 y 25% para 2025. Estas inversiones van de la mano del objetivo del gobierno de Merkel, que apunta a tener 6 millones de vehículos eléctricos en carretera para 2030. “Es importante que la movilidad eléctrica esté lista para el mercado tan pronto como sea posible”, alentó la canciller.
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