A través de Twitter, el multimillonario originario de Sudáfrica, Elon Musk, reconoció que tuvo aprobación verbal del gobierno para llevar su red de túneles súper rápidos, Hyperloop, a Nueva York.
El proyecto, en palabras de Musk, contempla la conexión de cuatro ciudades: Nueva York, Filadelfia, Baltimore, y D.C, en Washington; y un viaje de cabo a rabo de 328 kilómetros, en 29 minutos.
El interés de estas ciudades en la red ultra rápida de transporte, se suma a la de Los Ángeles (la ciudad más congestionada de Estados Unidos) y Chicago, cuando apenas un mes atrás se anunció que el sudafricano se encontraba en conversaciones muy avanzadas para llevar allí las excavadoras de The Boring Company.
El anuncio, no obstante, dejó muchas preguntas en el aire: Musk no revela cuál de los gobiernos de esas ciudades fue la que le otorgó el “sí” verbal, ni cuándo iniciarán las primeras operaciones constructivas.
Hasta el momento, un vocero de la Casa Blanca dijo: “hemos tenido conversaciones muy constructivas con Elon Musk que tienen que ver con la construcción de nuevas soluciones de movilidad. Estamos comprometidos a cambiar la infraestructura de nuestros proyectos usuales, y a apostar por la frescura y eficacia del sector privado”.
Sin embargo, tanto el Departamento de Transporte de la Casa Blanca, como la propia The Boring Company, han mantenido silencio al respecto; y tampoco está claro qué compañía sería la encargada de construir el proyecto; y es que, pese a que la idea de los túneles súper rápidos es de Elon Musk, él ha dejado que otras firmas se hagan cargo de los proyectos, especialmente Hyperloop One.
El proyecto de túnel entre Nueva York y Washington sería el primer gran proyecto de su compañía excavadora The Boring Company. Apenas este año la firma fue fundada, y con una máquina cavadora Herrenknecht inició sus primeras pruebas en su propio estacionamiento, en Los Ángeles.
La idea de Musk es que el proyecto en esta ciudad, que pretende llegar a San Francisco, se construya en paralelo al de Nueva York – D.C; y de ahí, llevar su solución a lo largo de toda la nación americana: Texas, como segundo destino.
Aunque estos proyectos son a largo plazo, y pueden llevar muchos años de trabajo, la idea del también CEO de Tesla y SpaceX, es respaldada tanto por ciudadanos como alcaldes y oficiales de estado. No sería raro verlos concretarse en pocos años.
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