La ciudad de Hong Kong se encuentra sumida en una grave contaminación ambiental, que se refleja en las cifras de morbi-mortalidad que afectan a sus habitantes: tan sólo el año pasado, aproximadamente unas 3,000 personas murieron por su causa y unas 150,000 fueron internadas por enfermedades relacionadas con la polución.
Medidas para frenar la contaminación
Como una manera de paliar estos graves efectos en la salud pública, Hong Kong ha estado centrando su atención en disminuir la cantidad de autos particulares que circulan en la ciudad.
Para desincentivar la compra de nuevos vehículos, Hong Kong les aplica un impuesto importante, con el fin de reducir el tráfico vehicular y reducir la contaminación. Sin embargo, durante casi 20 años, este impuesto excluía por completo a los vehículos eléctricos, aparentemente, como una manera pensada para ayudar a disminuir los crecientes niveles de contaminación.
Como consecuencia de estas medidas, en los últimos tres años, Hong Kong se ha convertido en una especie de paraíso para el automóvil eléctrico reconocido a nivel mundial.
Gracias a estas medidas, los registros de vehículos eléctricos en Hong Kong se han disparado en los últimos tres años, dando un el aumento de casi 100 veces tan sólo entre 2013 y 2016. Por algo, una vez, Elon Musk describió una vez a Hong Kong como la «becon city» o «ciudad insignia» la que pondría el ejemplo a las demás, debido a su tasa tan increíblemente alta de EV.
Uno de los vehículos que más atrajo a los compradores fue el Tesla Model S, que pasó a representar alrededor del 6 por ciento de las ventas mundiales de este modelo, que significaba más del 80% de participación de Tesla en el mercado local.
Pero el panorama cambió radicalmente para los eléctricos a partir del 1° de abril este año, ya que Hong Kong realizó una eliminación radical de su exención impositiva a los Autos Eléctricos, que implicó un significativo aumento del precio de los vehículos eléctricos desde un 50 a un 80 por ciento.
Esta medida tuvo dos repercusiones importantes, la primera, posterior al anuncio, hizo que la gente aprovechara de comprar antes de que expiraran los beneficios impositivos, lo que creó una elevada demanda de EV de casi 3,000 unidades en marzo, con un incremento de aproximadamente un 30% de estos vehículos en la ciudad. A Tesla le convino esta fiebre de venta anticipada, porque 2,964 vehículos del total vendidos fueron de esta marca.
La otra repercusión, de enorme magnitud, fue la detención completa de la venta de los vehículos eléctricos, siendo Tesla el principal afectado, dada su enorme presencia en el mercado local, impacto que no se preveía que fuera tan enorme.
Qué implicancias numéricas tiene para los Model de Tesla
Con la abolición de estas exenciones impositivas, los precios de los vehículos eléctricos sufren una significativa alza, que desmotiva a los potenciales compradores de autos eléctricos.
En la versión menos cara del Tesla Model S, el impuesto asciende a USD 56,000, cifra que casi duplica el precio del automóvil.
A modo de ejemplo, que grafica la situación de Tesla, en el caso de menor aumento del precio, se incrementa el valor del Modelo S en más de $ USD 40,000 y en el monto de los Tesla más caros, por arriba de la línea de Modelo S / X, se da un alza del precio por sobre USD 150,000.
Las causas probables de estas medidas
Se cree que el marcado dominio de Tesla en el mercado de Hong Kong pudo haber sido un factor que contribuyó a eliminar el incentivo impositivo.
El año pasado se había informado sobre el descontento entre los fabricantes de automóviles alemanes que se quejaban de Tesla como un monopolio del mercado de automóviles eléctricos en Hong Kong, puesto que la medida no se aplicaba a los híbridos plug-in, que son la especialidad germana.
Lamentablemente, esta abrupta frenada en las ventas de autos eléctricos muestra que los incentivos gubernamentales son fundamentales para la adquisición de los EVs.
Actualmente los autos eléctricos representan menos del 1% del total de los vehículos privados, y los números de los vehículos comerciales que funcionan totalmente con electricidad son significativamente más bajos aún.
Esto significa que, si bien la explosión de venta de vehículos eléctricos dadas entre el 2013-2016 fue muy significativa, aún resta cerca de un 99% de la flota vehicular que funciona con combustibles fósiles, que sigue implicando una repercusión real en los problemas de polución ambiental, una cifra muy alta aún, que indica que es demasiado pronto para retirar el apoyo impositivo a los EV.
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