Fue alrededor de mayo de este año cuando la compañía inglesa de vehículos de lujo, Jaguar, anunció su gran entrada a la industria de los autos eléctricos: el I-Pace, su primer dispositivo enteramente eléctrico, fue calendarizado para salir al mercado en la segunda mitad de 2018.
Desde entonces, distintos prototipos del vehículo han sido vistos por las calles europeas; la primera ocasión fue en el Auto Show de Los Ángeles, en donde se anunció, entre otros detalles, que la versión final del vehículo tendría ya muy pocos cambios respecto al prototipo mostrado esa tarde; también, que su presentación oficial sería durante el Motor Show de Frankfurt, en septiembre.
La segunda vez que se vio al I-Pace en acciones, fue en Móncaco, en lo que parecía una prueba de manejo. De acuerdo con los detalles que marcaron el avistamiento, los medios internacionales lo calificaron como una de las pruebas finales que marcarían la pauta para la salida al mercado del vehículo.
Los detalles que ofrece esta tercera aparición del Jaguar I-Pace, hacen sospechar que quizá el vehículo venga equipado con un software de conducción autónoma, ya que el prototipo avistado en las calles de Budapest, Hungría, parecía tener un par de nuevos sensores.
Para los expertos, el hecho de que fuera visto en Budapest también sugiere algo importante: la atención comercial que la compañía le quiere dar a la región; y es que no es muy común ver un prototipo de Jaguar tan lejos de su casa, Inglaterra; la nueva planta de ensamblaje de Jaguar, en Eslovaquia, da una pista del destino del vehículo, aunque directivos de la compañía dejaron claro desde el principio que sería ensamblado en Graz, Austria, que está a unas horas de Budapest.
La añadidura de los sensores, o bien fue antes inadvertida, o bien es una nueva característica del vehículo. La publicación local que reportó el avistamiento, la revista HGV, especula que podrían ser radares, lidares (los dispositivos que, a través de un láser, son capaces de determinar la distancia desde el punto de emisión del rayo, hasta una superficie), o bien cámaras.
Aunque es difícil de determinar, desde el ángulo de las fotos, qué dispositivos son los que traía el prototipo, y Jaguar no ha anunciado que el I-Pace vaya a estar equipado con estas características, las especulaciones de la HGV no son del todo equivocadas: sería lógico que el I-Pace las tuviera, ya que podría competir de forma directa con el Tesla Model X, que también tiene su software de conducción autónoma.
Como reportamos anteriormente, el I-Pace es un SUV deportivo con un diseño innovador y peculiar para el ojo; su batería de iones de litio, igual a las que ha utilizado la firma para sus modelos de la Fórmula E, le da al vehículo un rango de hasta 500 kilómetros, y una potencia de 90 kilowatts hora. Además, cuenta con un sistema de refrigeración líquida que permite una carga rápida de 90 minutos para el 80% del total de su capacidad.
Este vehículo verá, desde luego, su entrada a nuestro país. De la voz de Joseph ChamaSrour, presidente de Jaguar Land Rover en México, el I-Pace podría entrar en la segunda mitad del 2018 al mercado mexicano, para contribuir con el excelente desempeño de ventas que la firma ha consolidado en nuestro país desde el cierre del pasado 2016.
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