La adaptación de modelos clásicos a combustión es una de las tendencias que se han podido observar dentro de la revolución eléctrica en movilidad. Kreisel Electric es la última de las pequeñas compañías que han sorprendido al mundo con sus adaptaciones del Golf de Volkswagen, el Porsche 910, y más recientemente, de una poderosa Hummer.
Aunque las firmas desarrolladoras, a nivel mundial, han revelado un buen número de modelos nuevos, cien por ciento eléctricos, la velocidad acaso con la que estos penetran al mercado no es la que quisieran los emprendedores. En todo caso, las soluciones eléctricas han penetrado no sólo a los automóviles, sino a toda la gama de transporte de mercancías e industrial: ahí tenemos los dos ferries de ABB, y el primer tractor completamente eléctrico de la mano de Lithium Storage y Kuhn Schweiz AG.
El caso de Kreisel es particular: la parte central de su negocio está en el desarrollo de la tecnología para los trenes motrices eléctricos, misma que expone a los inversionistas y al público en general a través de conversiones impresionantes: la del Golf y el Porsche que ya hemos dicho, pero también de un Mercedes G-Class, diseñado especialmente para el actor, ambientalista y ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger.
Recientemente, en el marco de la inauguración del nuevo centro de desarrollo e investigación de Kreisel, la compañía, junto con Schwarzenegger, presentaron la última novedad en el catálogo: una poderosa Hummer completamente eléctrica.
La compañía describió su trabajo de esta manera: “hemos desarrollado un prototipo completamente eléctrico de la Hummer H1 tan solo en dos meses. El prototipo está equipado con un paquete de batería de altísimo desempeño, diseñado por nuestra compañía, que alcanza los 100 kilo watts hora de capacidad; el paquete alimenta dos motores eléctricos, uno en cada eje, que ofrecen una potencia de 360 kilo watts. Esto le da al vehículo la fuerza necesaria para alcanzar velocidades mayores a los 120 kilómetros por hora, y una autonomía de 300 kilómetros. El prototipo completo pesa alrededor de 3,300 kilos”.
“Kreisel Electric modificó mi Mercedes G-Class el invierno pasado, y ahora lo hace con una Hummer. Si siguen este paso, pronto dejaremos los automóviles y podremos irnos volando a casa, en un avión elécrico”, fueron las palabras del ex gobernador.
Aunque la muestra del prototipo fue lo que causó el mayor revuelo y llamó más la atención, el evento de Kreisel era para inaugurar su nuevo centro de trabajo, mismo que tiene 7000 metros cuadrados, en Rainbach, Austria.
Según las palabras de la compañía, el espacio será dedicado para el diseño y la manufactura de paquetes de batería de alto desempeño, que serán utilizados en una amplia gama de dispositivos: tanto pequeños vehículos urbanos, como autobuses, botes, aviones eléctricos, incluso soluciones de almacenamiento de energía.
Si bien las compañías que se dedican a la conversión de vehículos tradicionales a combustión, frente a las que desarrollan eléctricos desde cero, se enfrentan a una multitud de problemas, tanto de manufactura como de diseño, y quizá por lo mismo, ninguna de ellas ha alcanzo el tamaño de una firma desarrolladora, lo que sí demuestran es la adaptabilidad de las soluciones eléctricas para automóviles, o cualquier otro medio de transporte.
Lo que es más interesante, son los niveles de desempeño que alcanzan estos vehículos conversos: en el caso de la e-Hummer: 300 kilómetros de autonomía y 360 kW de capacidad: aunque no es tan veloz como otros dispositivos, tiene el poder suficiente para competir en el mercado, frente a cualquier auto eléctrico de nacimiento.
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