El mercado americano, específicamente el de Estados Unidos, en orden de potenciar una adopción más rápida en la compra de vehículos eléctricos, ha creado una diversidad de programas de subsidios para los compradores. El Zero Emissions Vehicules Mandate, conocido como ZEV, en California, que pretende contar con una flota de vehículos eléctricos de 1.5 millones para 2025, es un ejemplo de ello.
Específicamente para el área de San Diego, a través de una firma de servicios públicos de nombre San Diego Gas & Electric, las firmas automotrices están ofreciendo subsidios que pueden disminuir el precio final de los dispositivos eléctricos hasta en USD$20,000; esto gracias al descuento de USD$10,000 que ofrece la firma, y a los programas de créditos de los gobiernos federales y estatales que juntos alcanzan los otros 10,000.
Las firmas que encabezan este acuerdo, en el área de San Diego, son Nissan y BMW; con estas facilidades, el precio final de un BMW i3 puede reducirse a casi la mitad, y el del Nissan Leaf a casi dos tercios.
Si consideramos que sólo el 0.5 por ciento de las ventas de autos en Estados Unidos, durante la primera mitad de este año, correspondió a dispositivos eléctricos, podemos entrever el potencial de estos programas; y es que firmas pujantes como Tesla, que lanzó recientemente su largo tiempo esperado Model 3, han alterado la demanda de tal forma que cada vez más compañías se preocupan por intervenir en el mercado con dispositivos de larga distancia y a precios accesibles.
Como hemos informado aquí, otros de los esfuerzos importantes de los gobiernos, y de las firmas, por incrementar la adopción de vehículos eléctricos, son las inversiones en la infraestructura de carga. Firmas como la San Diego Gas & Electric se han dedicado a impulsar poderosas inversiones en este sentido; ahí mismo en California el acuerdo está puesto para una inyección de capital de USD$1000 millones.
Y es que la creciente demanda por soluciones eléctricas en movilidad le ha otorgado a las empresas de servicios públicos una importante oportunidad de crecimiento, en la medida que las energías renovables se erigen como entre las más rentables, y las que mayor proyección comercial tienen para la nueva década.
Sin embargo, una vez que las compañías excedan las 200,000 unidades vendidas, estos subsidios irán en decadencia hasta salir por completo del mercado. Según las estimaciones de los expertos, ese número podría alcanzarse el año entrante.
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