La fabricante francesa, en conjunto con la empresa británica de eficiencia energética Connected Energy, ya ha instalado dos estaciones de carga de vehículos enchufables que se alimentan a base de baterías de segunda mano de la flota eléctrica de Renault. Ubicadas áreas remotas de Alemania y Bélgica, utilizan energía que proviene de matrices solares on-site o microturbinas de viento. La idea es reducir el costo que significa conectarse a la red eléctrica en zonas alejadas a las ciudades y, a su vez, reciclar las baterías que ya no se usarán en automóviles. “Es un ejemplo perfecto de la aplicación de la economía circular”, expresó Nicolas Schottey, jefe del Programa de Baterías de Vehículos Eléctricos e Infraestructuras de Carga.
Las estaciones de carga rápida utilizan el sistema E-STOR, un software ideado por Connected Energy para maximizar el potencial de eficiencia y ahorro de la energía generada. “Ahora estamos hablando con varias partes para realizar proyectos en el Reino Unido y Europa, y esperamos que sea a gran escala en los próximos meses», expresó Matthew Lumsden, director general de la compañía. “El uso de nuestras baterías de segunda vida en un cargador EV rápido contribuye al progreso, ofreciendo a los operadores de estaciones de carga soluciones económicas”, agregó Schottey. Se espera que el número de baterías aumente debido a la oportunidad que ofrece Renault de actualizarlas por una versión mejorada de 41 kWh.
Tesla, por su parte, anunció que planea desconectar de la red a gran parte de sus estaciones de carga para reemplazarlas por sistemas integrados de energía solar y baterías de alta capacidad de almacenamiento. La información fue revelada por el propio CEO de la fabricante a través de su cuenta de Twitter, en respuesta a un usuario que alegó que la energía que se usa en dichas estaciones provine de plantas que queman combustibles fósiles. “Con el tiempo, casi todos serán desconectados de la red eléctrica”, contestó Musk.
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