El país nórdico, de más de 5 millones de habitantes, ha alcanzado un récord en su flota eléctrica, logrando que un 42% de su cuota de automóviles nuevos sea conformado por vehículos enchufables. El número es realmente asombroso si tomamos en cuenta que países como Suecia y Holanda están en 3.4% y 6.4% respectivamente. En paralelo, Noruega ha experimentado bajos históricos en su mercado diésel, que actualmente se encuentra por debajo del 13% del total.
Si bien el país no es líder en cantidad de ventas de autos eléctricos, siendo los principales mercados China y los Estados Unidos, posee la flota eléctrica per cápita más grande del mundo. Esto viene acompañado por una fuente de alimentación limpia prácticamente en su totalidad, ya que la electricidad de Noruega proviene en un 98% de fuentes renovables, principalmente de centrales hidroeléctricas. Además, la tasa de adopción de vehículos eléctricos es 10 veces más alta que en la mayoría de los mercados.
¿Cómo ha logrado estas impresionantes cifras? En primer lugar, se trata de una de las sociedades más conscientes del mundo respecto al cuidado del medioambiente, característica que viene acompañada por fuertes políticas públicas que se traducen en incentivos para dueños de autos enchufables. Algunos de los beneficios más destacados incluyen estacionamiento y puntos de recarga gratuitos, aunque también cabe mencionar que las autopistas y los ferrys son libres para conductores de coches eléctricos. Incluso, los vehículos eléctricos pueden usar los carriles por donde circulan exclusivamente los autobuses, acortando así los tiempos de viaje. «El sector de transporte es el mayor desafío en la política climática de la próxima década. Debemos reducir las emisiones en al menos un 40% y eso sólo es posible electrificando el parque automotor», expresó el ministro de Clima y Medio Ambiente, Vidar Helgesen, a AFP.
El récord viene de superar a la asombrosa cifra de 37% de autos eléctricos sobre el total de nuevos vehículos adquiridos en el país, logrado en enero del presente año, mes en que se vendieron cerca de 4,800 automóviles enchufables. En ese entonces, el aporte principal fue gracias al BMW i3, el modelo XC90 de Volvo y el Volkswagen Passat GTE, junto con los modelos S y X SUV de Tesla. En este caso, el récord de 42% se atribuye al desembarco de 609 unidades del Modelo X, que se convirtió en el segundo vehículo eléctrico más popular del país, sólo por detrás del Volkswagen e-Golf, que vendió 874 autos. El modelo Zoe de Renault, vehículo que domina numerosos mercados europeos, aportó 428 unidades, mientras que el Opel Ampera E contribuyó con 389 autos.
La meta de lograr que el 100% de los nuevas autos sean emisiones cero para 2025 parece estar cada vez más cerca para un país cuyo único impedimento parecería ser la oferta, en lugar de la demanda. Para el próximo año se espera la llegada del Modelo 3 de Tesla, el Audi e-tron quattro y, posiblemente, un mayor volumen del Opel Ampera E. «Es importante demostrar que es posible lograr una transición tecnológica y una transformación del transporte. Desde este punto de vista, Noruega es un laboratorio político donde demostraremos que se puede avanzar rápido», dijo Helgesen.
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