Las acciones del Tesla Motors se replegaron más de 13 por ciento durante la reciente semana en el mercado de Wall Street, para anotarse su peor revés porcentual en un periodo similar desde febrero del año pasado, desestimuladas por una dramática caída de sus expectativas generales, pese al anuncio de la llegada anticipada de su vehículo de low cost, el Model 3.
Las recientes apuestas apuntan a que el gigante estadounidense de los autos eléctricos se quedará corto en sus metas de producción de mediano y largo plazo, debido a informes compartidos de que no tiene la capacidad para producir en grandes cantidades.
En medio de esas débiles expectativas, se conocen reportes de que sus ventas del segundo trimestre incumplieron en un 10 por ciento las proyecciones de los expertos, en gran medida, por un sostenido y firme aumento de la competencia en el mercado de vehículos eléctricos.
Por si fuera poco, recientes informes ponen en duda los niveles de seguridad de los autos insignia de la empresa, que han sumado una presión bajista a los títulos de la empresa fundada por Elon Musk.
Los valores de Tesla Motors, que el 30 de junio concluyeron en un precio de 361.61 dólares, cerraron este viernes en un valor de 313.22 dólares, lo que supone una corrección a la baja de 13.4%, su peor caída semanal en 17 meses. Desde su cotización récord, de 383.61 dólares, registrada el 23 de junio, sus papeles se han replegado 18.3%.
Hace una semana los reflectores del mercado apuntaban a que las acciones de Tesla Motors podrían cruzar el umbral de los 400 dólares en el corto plazo; sin embargo, esas expectativas han cambiado radicalmente en pocos días, pues los expertos consideran que es más probable que perfore el nivel clave de los 300 dólares, a que busque alcanzar la cifra de los 400 enteros.
Un decepcionante reporte sobre el número de ventas de Tesla Motors para el segundo trimestre del año, por problemas en la producción de las baterías del Model S y Model X, contribuyó en el inicio de la espiral negativa de los valores de la firma, que entre abril y junio, entregó 22,000 unidades, por debajo de los 24,200 vehículos que calculaban los expertos.
El incumplimiento de sus metas del segundo trimestre pone en entredicho sus planes de convertirse en el mediano y largo plazo en una de las automotrices productoras de autos en serie más importante de la Unión Americana, pese a la llegada anticipada en el mercado de su vehículo económico, Model 3, programada para este 28 de julio.
A inicios de la semana Tesla Motors había informado que iniciaría el viernes pasado, la producción de su auto low cost, el Model 3 –dos semanas antes de lo previsto–, a un precio inicial de 35,000 dólares, por debajo de los 85,000 o 90,000 dólares que valen sus vehículos de lujo, con el objetivo de concretar sus planes de expansión.
Elon Musk, el también director de SpaceX, estima que el ritmo de producción de su empresa aumentará de forma sostenida en los próximos meses; sus primeras proyecciones apuntan a que construirá 100 unidades en agosto, 1,500 automóviles en septiembre, 2,000 en octubre, para alcanzar a finales del año, un ritmo de producción de 5,000 ejemplares.
Sin embargo, las proyecciones de Musk no son compartidas por las estimaciones de los especialistas, quienes dudan que pueda cumplir con el 80% de esas previsiones, sobre todo, por los problemas laborales y de capacidad que enfrenta la firma para ensamblar sus autos eléctricos, en su complejo principal, en Fremont, California.
Por si fuera poco, los gigantes BMW, Volvo, General Motors y Volkswagen, han anunciado que ha acelerado sus planes de expansión en el mercado de los autos eléctricos, alejando aún más las expectativas de que la automotriz californiana pueda tener el camino despejado para cumplir con sus perspectivas de ventas.
A lo anterior, se suma un negativo estudio publicado por el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), que pone en duda los niveles de seguridad del auto, el Model S, promocionado en su momento como uno de los vehículos más seguros del mercado.
Como resultado, varias firmas de inversión, incluyendo Goldman Sachs, han recortando las proyecciones del precio promedio de las acciones de la firma, aumentando las dudas sobre sus planes de expansión, y poniendo en duda, sus metas de crecimiento.
Las acciones de Tesla Motors, que en su momento se movían en el carril de alta velocidad, cotizando en máximos históricos y encabezando los rendimientos en Wall Street, han moderado súbitamente su celeridad, sugiriendo, al menos en el corto plazo, que podrían meter reversa, antes que volver a intentar pisar el pedal de acelerador. Los próximos informes sobre la puntualidad de sus primeras entregas del Model 3 serán cruciales para confirmar o modificar sus expectativas, y consiguiente, ajustar sus nuevas proyecciones.
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