Hasta hace pocos años los autos eléctricos eran dispositivos que se antojaban de otra década, una posterior; sobre todo en México, un país que recién iniciado el 2017 sufrió los embates políticos y comerciales fraguados por el primer mandatario estadunidense, sobre todo en la parte automotriz.
Con la llegada de Tesla a nuestro país, en diciembre de 2015, el panorama cambió; las recientes contingencias ambientales en la Ciudad de México sentaron un precedente importante para una urgente necesidad de cambio.
Uno de los dispositivos que precisamente marcaron el sendero del cambio fue el Chevy Volt; un auto denominado como de rango extendido, impulsado por una batería de iones de litio, y también, por un generador de gasolina de 1.5 litros de inyección directa. Combinados, le ofrecen al vehículo un rango de 676 kilómetros, de los cuales 80 serían completamente cero emisiones.
Este perfil “amigable con el ambiente”, era potenciado por los valores agregados que el auto le brindaba a sus compradores: como se sabe, un cargador portátil de 120 volts que ofrecía una carga completa en 13 horas; y un cargador fijo de pared de 240 volts para carga completa en cuatro horas; penetró en nuestro mercado con un precio de $638,000 pesos.
Ese año, el 2016, fue uno importante para General Motors en México. Durante el periodo de enero a junio de ese año, registraron ventas de 134,570 unidades; fue la segunda desarrolladora que más autos vendió en nuestro país, sólo después de Nissan, con 180,937 unidades vendidas.
De igual forma, las ventas de autos híbridos y eléctricos presentaron cifras importantes: 1,105 unidades vendidas en todo el año, de las cuales 1,089 fueron híbridos, y sólo 16 fueron eléctricos, de acuerdo con las cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Pero un cambio importante tuvo lugar con el inicio del nuevo año: el 2017 bien podría ser el año de los autos eléctricos: desde luego firmas como Tesla, la misma General Motors y Nissan iniciaron inversiones destinadas exclusivamente hacia este segmento, y los primeros modelos de largo alcance aparecieron: modelos competitivos, a precios competitivos.
Los mandatos cero emisiones (o ZEV’s por sus siglas en inglés) establecidos por los gobiernos de varios países (China y Estados Unidos entre ellos) a partir de la firma del Acuerdo de París, y la llegada al pico del debate sobre cambio climático, potenciaron sin duda alguna la creación de nuevos modelos, líneas y marcas de autos eléctricos. En este sitio hemos cubierto buena parte de las novedades en este sector.
Uno de los modelos más importantes de este boom ha sido, una vez más, desarrollado por la General Motors: el hermano gemelo del Volt: el Bolt EV. Un auto, a diferencia de su predecesor, completamente eléctrico, alimentado por baterías de iones de litio de 60 kilowatts de capacidad. Esto le otorga una autonomía de hasta 363 kilómetros con una carga completa.
Como hemos aquí informado, la entrada al mercado global de este dispositivo tuvo que pelear por su lugar: con fieros competidores como el Tesla Model S, el Nissan Leaf, el 100% eléctrico de General Motors tuvo su primer trimestre de ventas por debajo del techo augurado por expertos. Si bien al principio sólo fue adquirible en California, después de febrero penetró en otros estados de la nación americana, y a mediados de este año, el 5 de junio para ser exactos, entró en operaciones comerciales en nuestro país, en siete de sus estados: Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Querétaro y Puebla, con un precio de $696,100 pesos.
Un mes después, la General Motors confirmó que las unidades vendidas durante el primer semestre del año alcanzaban cifras muy positivas: lo dijimos aquí: 1971 unidades durante el mes, con lo cual la compañía llegaba los 10,000 vehículos vendidos desde el lanzamiento del vehículo, en diciembre de 2016.
Las ventas de los autos eléctricos en México también tuvieron un incremento sustancial, gracias a los datos proporcionados por AMIA, sabemos que, en mayo de este año, las ventas aumentaron 94% respecto del mismo mes del año anterior; si tomamos en cuenta el acumulado de enero a mayo, el incremento es aún mayor: 141.8%.
Aunque en números brutos las ventas de autos eléctricos en nuestro país son muy menores –128 unidades ciento por ciento eléctricas en los primeros cinco meses del año; y 4,121 híbridas– si consideramos las cifras referidas al principio del texto, podemos vislumbrar el crecimiento exponencial: y esto es considerando sólo los primeros seis meses de este año, y el marco comercial de nuestro país.
Si tomamos en cuenta las cifras a nivel internacional, el boom de los eléctricos es todavía más evidente; de hecho, el Bolt –eléctrico– le ha ganado la contienda al Volt –híbrido. Durante julio, en el mercado de Estados Unidos el Bolt registró una mayor cantidad de ventas: 1,971 unidades vendidas, mientras que el Volt colocó 1,518 unidades.
Aunque estas son las cifras por mes; si consideramos el acumulado, el Volt sigue a la cabeza con 12,450 unidades vendidas hasta julio, mientras que el Bolt ronda las 9,563 unidades colocadas.
Así que estamos en un empate: la contienda podría decidirse si los rumores son confirmados por General Motors, y es que un reciente reporte de Reuters, deja saber que la compañía está considerando descontinuar el Volt para 2020 o 2222, gracias a sus “bajas ventas”, y a la baja productividad de la planta donde es ensamblado, en la zona de Detroit-Hamtramck.
Aunque la compañía no ha confirmado los rumores, se presume que hay otra gama de autos sedan que están en peligro; parece ser que la competitividad de autos 100% eléctricos ha desbancado el potencial comercial de los híbridos: aunque el Bolt es uno de los dispositivos más solicitados hoy día, y se perfila para ser uno de los tres primeros modelos eléctricos en convertirse en dispositivos del day by day, no hay que olvidar que el Volt, lanzado originalmente en 2011, fue una parte muy importante de ese posicionamiento, y fue un pionero en la nueva revolución eléctrica automotriz.
Los resultados de esta contienda pueden ser intuidos por el lector: las cuantiosas inversiones en infraestructura de carga eléctrica, la transformación de las gasolineras, y la caída sistemática de los costos en las energías renovables, habrán de posicionar a los autos eléctricos como la vía de transporte del futuro.
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