Faraday Future frena construcción de fábrica auto eléctrico FF91 en Nevada
Faraday Future, desarrollador de vehículos eléctricos inteligentes y soluciones de movilidad, acaba de suspender la construcción de su fábrica de 1,000 millones de dólares al norte de Nevada, donde esperaba ensamblar su automóvil insignia, el FF91.
La firma estadounidense, que aún cuenta con el apoyo del millonario chino Jia Yueting, enfrenta una serie problemas financieros y demandas por impagos, que junto con el abandono de la construcción de su planta –temporal según la propia empresa– ponen en duda su viabilidad en el mediano plazo.
Para Stefan Krause, director financiero de Faraday Future, la medida obedece a un cambio en los planes de la empresa, los mismos que siguen enfocados en posicionar a la compañía como un referente en el mercado de los vehículos eléctricos.
«Hemos decidido hacer una pausa en la construcción de nuestra planta en Apex, al norte de Las Vegas. Seguimos comprometidos en la fabricación de vehículos a largo plazo. En Faraday Future estamos cambiando significativamente nuestra estrategia de negocios para posicionarnos como una empresa líder de movilidad, cambiando las formas en las que nuestros usuarios acceden a la movilidad», explicó Krause en un comunicado.
«Como resultado de este cambio de dirección, estamos en las etapas finales de la confirmación de una nueva planta de fabricación que presenta un camino más rápido al inicio de la producción y se alinea con futuras opciones estratégicas «, abundó el directivo en el mismo texto.
En la planta en Apex, al norte de la ciudad de Las Vegas, la firma estadounidense esperaba fabricar el Faraday Future FF91, el vehículo que pretendía competir con el automóvil de gama dura de Tesla Motors, el Model X. El FF91, promocionado como el más rápido del mundo, contaría con propulsión eléctrica, 1,050 caballos de potencia, una aceleración 0-100 km/h de 2.39 segundos y 600 kilómetros de autonomía.
A pesar del discurso de Stefan Krause, ex director de finanzas de BMW y Deutsche Bank, expertos consideran que la situación financiera de la empresa es cada vez más crítica, con más posibilidades de cerrar que de alcanzar la viabilidad.
En los últimos dos años, la compañía ha sido demandada un par de veces, ha perdido a varios miembros clave de su equipo de desarrollo y ha fallado en los plazos de presentación de sus productos. Lo anterior, sin incluir que acaba de suspender la construcción de su planta de fabricación de Nevada, debido a un mal manejo planeación y producción.