Canadá se suma a la instalación de superredes de carga
En últimos meses hemos podido apreciar cómo las redes de carga para autos eléctricos han ido creciendo en tamaño y capacidad: países como Alemania, Noruega, Estados Unidos, y ahora Canadá, se han puesto manos a la obra en la consolidación de superredes de carga con corriente directa de hasta 350 kilowatts.
La instalación de este tipo de redes importa por varias razones: la primera y más evidente, fortalece el mercado de los autos eléctricos, que en palabras de Elon Musk, en diez años, serán los únicos que existan; también, incentiva la creación de redes inteligentes de suministro de energía eléctrica –conocida como Smart Grid– que soporta, entre otras cosas, la entrada a la red de las energías renovables: solar, particularmente.
El posicionamiento de las renovables frente a su idéntico opuesto, las fósiles, marca ya no el fin de una era, sino los primeros pasos de la siguiente. Ya Elon Musk anunció a principios de este mes que todas sus redes Supercharger se desconectarán de la red convencional eléctrica, e irán por carga completamente solar, con un sistema de almacenamiento con batería.
All Superchargers are being converted to solar/battery power. Over time, almost all will disconnect from the electricity grid.
— Elon Musk (@elonmusk) June 9, 2017
Una estrategia muy similar es la que está siguiendo el gobierno canadiense, quien anunció recientemente que a lo largo de toda su autopista Trans-Canada, que tiene más de 7000 kilómetros de longitud, instalará superredes de carga para autos eléctricos; en primera instancia, en la región que se ubica entre Ontario y Canadá.
Jim Carr, ministro de Recursos Naturales canadiense, lo anunció así: “nuestro gobierno reconoce el papel fundamental que están jugando los vehículos eléctricos en nuestra tarea de reducción de emisiones. Ahora que hay más vehículos de este tipo disponibles en el mercado, nuestra tarea es hacer su acceso más fácil para los canadienses. Esta inversión nos va a acercar a una visión estratégica de contar con una red nacional de carga eléctrica que vaya de costa a costa. Con ello no sólo nuestra economía va a crecer, sino que habrá mayores oportunidades de trabajo para nuestra clase media”.
La inversión estimada para el proyecto es de más de $17 millones de dólares canadienses, que equivale a USD$13.6 millones; mismos que están suministrados por tres compañías, en sociedad con la nacional Natural Resources Canada: eCAMION, con sede en Toronto; la norteamericana Leclanché; y SGEM, de Ginebra.
Esta red de carga rápida contará con un sistema de almacenamiento de energía a través de baterías de iones de litio, que aumentarán la capacidad de suministro de las estaciones, y la asegurarán cuando la red eléctrica canadiense esté saturada o tenga bajo rendimiento.
Cada estación, por otro lado, contará con tres cargadores que podrán ser utilizados por tres diferentes vehículos de manera simultánea. Aunque no se ha revelado aún la capacidad real de red, sabemos que será de tercera generación, de corriente directa. Muy probablemente, similar a la Supercharger de Tesla.
El plan del gobierno es comenzar la manufactura de las estaciones a mediados del año entrante, e irlas instalando conforme sean producidas. La red en su entereza, debería estar funcionando en el primer cuarto de 2019.