Hay 68 millones de lugares más aptos para poner paneles solares que en el muro de Trump, dice experto en energía
John Rogers, analista senior de energía —que cuenta también con una maestría en ingeniería mecánica de la Universidad de Michigan y una licenciatura de la Universidad de Princeton—, se ha encargado de realizar un análisis cuantitativo del potencial solar de distintas zonas de Estados Unidos para contestarle a Donald Trump. El artículo, publicado el 7 de junio en el blog de la Unión de Científicos Preocupados (UCSUSA), una organización sin fines de lucro que emplea la ciencia independiente para “resolver los problemas más apremiantes del planeta”, surge en respuesta a las recientes declaraciones del presidente estadounidense, quien ha planteado la posibilidad de cubrir el muro con México con paneles solares que ayuden a financiarlo.
Si bien una de las principales promesas de Trump fue la construcción de una frontera física entre el país que ahora preside y su vecino México, la realidad es que los costos de la obra —21 mil 600 millones de dólares, aproximadamente el doble de lo calculado durante la campaña del magnate— y la negativa del congreso de incluirla en el presupuesto de operaciones del gobierno federal, amenazan con la posibilidad de concretar este triste proyecto. Ante esta situación, Trump analiza la oportunidad de apostar por la energía solar para, en 20 años, recuperar esa inversión. Incluso ya hay empresas que han realizado diseños capaces de generar la electricidad suficiente para la iluminación, los sensores y las estaciones de patrulla, como es el caso de Gleason Partners.
“Aunque hay más cosas que están mal de las que puedo cubrir en este espacio, es genial ver que el presidente Trump finalmente ha descubierto que los paneles solares son inversiones rentables, pagándose por sí mismos, incluso si se ignoran los múltiples beneficios ambientales”, escribió Rogers. El analista realizó un recuento de todos los lugares del país que serían más apropiados para colocar paneles solares que en el muro en la frontera con México.
Los datos provienen de una serie de cálculos basados en información brindada por el Laboratorio Nacional de Energía Renovable de Estados Unidos (NREL, por sus siglas en inglés), que ha publicado un informe sobre el potencial solar de los techos de 128 ciudades de todo el país. Para ello se usó data sobre detección y alcance de la luz (LiDAR) junto con herramientas de simulación, para la estimación del potencial fotovoltaico. “El potencial técnico es de 1.118 GW de capacidad y 1.432 TWh de generación anual de energía, el equivalente al 39% del total de ventas de electricidad a nivel nacional”, concluye NREL en el estudio.
El informe reveló que el 83% de los pequeños edificios tienen una ubicación adecuada para la instalación fotovoltaica, y más de la cuarta parte de la superficie total de esos techos podría funcionar. “Si tomamos ese porcentaje y consideramos el número de casas familiares independientes, tenemos 68,380,764 millones de lugares para colocar energía solar”, explicó Rogers. Además, agregó que, teniendo en cuenta la producción promedio de energía solar de los pequeños edificios y comparándola con la media de consumo por hogar, podemos conocer que “los techos residenciales en todo el país podrían satisfacer una gran parte de las necesidades de electricidad de los hogares en muchos estados: más del 90% en una docena de estados y al menos el 70% en 27 estados”.
Considerando también otros edificios, como los comerciales, industriales e institucionales, el número es aún mayor: “si tomamos el potencial solar de los techos de edificios de distintos tamaños —que, a diferencia de muros en medio del desierto, ya están conectados a la red eléctrica—, y lo comparamos con la necesidad total de electricidad de cada estado, nos daremos cuenta de que es realmente suficiente, especialmente en aquellas regiones que toman en serio la eficiencia energética”, expresó el experto.
Rogers también abarcó la posibilidad de apostar en la energía solar a gran escala, argumentando que, según estadísticas oficiales, se ha pasado de 7,501 MWdc de potencia fotovoltaica en 2015, a 14,762 MWdc en 2016, lo que significa que en tan sólo un año se logró duplicar la capacidad instalada en Estados Unidos. Estas granjas solares podrían ser construidas en áreas como campos, tierras de cultivo, desiertos e incluso las llamadas “tierras marrones”, que son terrenos destruidos que se usaban como rellenos sanitarios.
“Basta de querer usarla abrumadora popularidad de la energía solar para hacer de un proyecto sumamente impopular algo menos impopular”, enfatizó Rogers, agregando que “el muro podría necesitar abastecimiento solar, pero la energía solar ciertamente no necesita de un muro”.