Tesla suma rivales: Terra E anuncia construcción de gigafábrica en Alemania
Fundada en mayo del corriente año, luego de que seis empresas miembro de la KLIB (Red de Competencia de Baterías de Iones de Litio) formaran una iniciativa para establecer la fabricación en serie a gran escala de unidades de almacenamiento energético, Terra E Holding GmbH ha anunciado hoy, mediante un comunicado de prensa, su plan para construir una gigafábrica de baterías de iones de litio en Alemania. Esta planta de gran capacidad de producción comenzará a edificarse en 2019, gracias a la alineación de Terra E con 17 socios y al apoyo del gobierno de la canciller Angela Merkel, que otorgó un subsidio de 5,2 millones de dólares a través del Ministerio de Educación e Investigación del país germano. “Terra E Holding GmbH ha compuesto a 17 grandes empresas e instituciones de investigación a un consorcio para manejar la planificación para la construcción de la fabricación de celdas de batería de iones de litio a gran escala en Alemania”, indica el comunicado.
La planta se sumará a la competencia que lideran Samsung y LG, y que incluye también a gigantes del mercado como Tesla -con sede en Nevada, Estados Unidos-, y Panasonic -con fábricas en Asia-. «Tenemos que ser mejores en tecnología de procesos que nuestros competidores, para estar un paso adelante constantemente», dijo Holger Gritzka, Presidente Ejecutivo de Terra E en Frankfurt. Se espera que la fábrica tenga una capacidad de 34 GWh y que alcance su máxima producción en 2028. La compañía definirá la locación exacta durante el próximo mes, en base a 5 sitios potenciales dentro de Alemania.
Respecto al mercado mundial, los expertos afirman que la capacidad global de fabricación de baterías se duplicará en cuatro años, en relación a los valores esperados para 2018. Incluso, BNEF, empresa líder en análisis del sector de las energías renovables, ha reportado que se pasará de 140,000 MWh en el próximo año a 280,000 MWh en 2021.
Las baterías Li-ion podrían ser de gran utilidad para resolver la inestabilidad de la red eléctrica alemana, abastecida por energía solar y eólica y, a su vez, para alimentar a los millones de vehículos eléctricos de industria local que se esperan en las calles del país en la próxima década.